Arcones, Segovia.
En resumen, una agradable tarde de septiembre, con una sensación de Paz y soledad a la vez. Disfrutaba del vuelo mientras observaba como abajo, las sombras del atardecer iban conquistando el terreno soleado y la temperatura bajaba a mi alrededor. Aparte de Loli, solamente el ganado y una pareja de buitres fueron cómplices de mi vuelo. Bueno, también un grupito de jubilados que paseaban cerca del aterrizaje observaron con atención mis maniobras.