jueves, 20 de agosto de 2009

Uceda: Fiestas 2009

Como dice mi mujer, hay vida más allá del parapente. Esa vida se manifiesta intensamente cada año por estas fechas en las fiestas de Uceda.

Para mi, esta cita anual es un hito en el que me paro a contemplar el paso del tiempo para reflexionar qué ha sido de nuestra vida en el último año, pensar en mis deseos para los próximos. Desde que era un niño, luego estudiante, mis primeros trabajos y ahora que me siento en la plenitud de la Vida, siempre he intentado acudir a la cita.

Siento como la vida va pasando por las personas y las personas por la vida. Mis primeros recuerdos me situan en la plaza del pueblo, cuando me caí al tropezar con una improvisada red de tenis hecha con una cuerda a la altura de mis piernas en el frontón, detrás de la iglesia y llorando le decía a mi padre que me habían puesto una trampa. Recuerdo la plaza de toros hecha con carros en esa misma plaza, luego ha tenido otras ubicaciones y ahora es una plaza portatil prefabricada, también me caí una vez y di con la cabeza en el suelo, pero no dije nada a mis padres porque pensaba que se podrían enfadar. Luego vinieron los primeros años de adolescencia en los que me gustaba pasear por el baile. De aquella época era el grupo 'Jerusalem' ahora 'Supremas de Móstoles'. Otras fiestas recuerdo el primer año que vino Loli, junto con otros ammigos que huyeron asustados al ver una pelea...

Durante estos años he visto como los niños se han ido haciendo hombres, aquellos que estaban en su plena madurez han ido envejeciendo, y tristemente algunos ya no están con nosotros. Echo especialmente de menos a mi padre y a mi tio Demetrio. Los recuerdo bailando el ´Paquito Chocolatero', por eso he elegido esa melodía como fondo para el vídeo, mientras dirigía la improvisada coreografía al tio Valentín, por él si que no han pasado los años y, con gran satisfacción le hemos visto un año más disfrutando del 'toro del campo', junto con su familia que es también la mía.

Quizás este año quede en el recuerdo por el susto que nos dio Santi, al caerse entre las maderas que hacen de asientos en la plaza de toros, mientras colaboraba con Protección Civil.

Para todos y especialmente para él, va dedicado este vídeo resumen.

P.D. (28/8/2009): Me recuerda mi querido amigo César, con mucha razón, que se me ha olvidado un capítulo fundamental en las historias de Uceda. Se trata del parto de una vaca al que asitimos cuando éramos unos críos, y en el que se implicó él especialmente. Lamentablamente, después de los esfuerzos, el ternero nació muerto. Por lo que nos contaron, el padre era demasiado grande y la madre no pudo dar a luz en condiciones.

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